viernes, 12 de septiembre de 2014

EDITORIALES INDEPENDIENTES: SEDUCTORAS Y CARISMÁTICAS

Arriesgadas, innovadoras y carismáticas, las editoriales independientes llegan con más fuerza que nunca a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. En tiempos en los que solo se habla de la crisis del sector, ellas llenan vacíos, seducen y venden.


A veces los libros quedan pesados. Se usa un papel más grueso, se escoge un formato más grande y se pone una cubierta más dura. Esto no tendría por qué importarle a nadie, pero a los editores independientes les concierne, pues son ellos los encargados de alzarlos, llevarlos de librería en librería y transportarlos de regreso. No hay intermediarios.
Después de idear y desarrollar un proyecto, hay que salir a la calle a venderlo con la energía que quede. Ahí, irónicamente, radica el encanto de su independencia: llevan sobre los hombros el peso de sus libros y luego tienen el privilegio de disfrutar esa reconfortante ligereza que produce descargarlos y compartirlos.
Las editoriales independientes surgen de personas que adoran los libros y deciden invertir sus ahorros en un negocio poco rentable pero satisfactorio. Su interés no es hacerse millonarias, sino poner sobre el papel las ideas que les gustaría ver publicadas.
Aunque desde hace un par de décadas han venido surgiendo proyectos editoriales de este tipo en el país –como Ícono, La Carreta, Babel y La Silueta–, hace unos diez años empezaron a multiplicarse y nacieron Peregrino, Laguna, Luna, Jardín, Destiempo, Rey Naranjo, Tragaluz, eLibros y Robot, entre otros. Tenían pocos recursos y publicaban con la esperanza de, al menos, recuperar el dinero invertido, pues no sabían qué esperar de los lectores.
Ahora su situación no es tan incierta. El fenómeno editorial de 2012 fue Memoria por correspondencia, de Emma Reyes, publicado por Laguna y elegido libro del año por la revista Arcadia. Aunque su primer tiraje fue de 1.000 ejemplares, ya se han vendido 6.000 y las librerías siguen pidiéndolo, pues se agota una y otra vez. Algo similar ocurre actualmente con Gabo, memorias de una vida mágica, de Rey Naranjo Editores: sacaron un tiraje inicial de 500 libros para el Hay Festival de Cartagena y luego tuvieron que imprimir 5.000 más.
A pesar de que en el último año las editoriales independientes han adquirido una fuerza insospechada, para muchos todavía es un misterio el hecho de que estas se hayan reproducido como conejos en medio de la crisis del mercado editorial y, en esa medida, también cuestionan su viabilidad a largo plazo. ¿Se trata de una moda pasajera o de un fenómeno con futuro?  
Aprovechar la crisis
El nacimiento de tantas editoriales independientes –en Colombia y en el mundo– se debe, principalmente, a la crisis del sector. “La recesión económica de Europa hizo que casas como Alfaguara y Planeta redujeran su plan editorial y optaran por los proyectos más seguros en términos financieros”, explica David Roa, fundador de la librería La madriguera del conejo. Esto llevó a que quedaran vacíos en la oferta, pues nadie estaba dispuesto a publicar poesía, cuento, ensayo, novela gráfica, traducciones o nuevos escritores colombianos.

A esta situación, además, se sumó un acontecimiento determinante: el cierre, en 2011, de las ramas de ficción y no ficción de Norma, que dejó a muchos autores huérfanos.
Las editoriales independientes, entonces, llegan a suplir las carencias del mercado, en manos de emprendedores carismáticos y trabajadores que ofrecen contenidos originales y hermosos. “No vendemos libros como si fueran zapatos, vendemos experiencias –explica Sergio Escobar, director comercial de Laguna Libros–. La gente quiere sentir algo diferente y lo consiguen a precios asequibles”.
Cuando los fundadores de estos proyectos se dan cuenta de que los une una misma forma de pensar, deciden aliarse y en 2012 crean La Ruta de la Independencia, una agrupación que reúne once editoriales y dos librerías (La madriguera del conejo y La valija de fuego).
En equipo se han encargado de que el país y el mundo conozcan La Ruta –ahora es solo La Ruta–: participaron en todas las ferias regionales, estuvieron presentes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y ahora viajarán a la de Los Angeles. Cada una se especializa en un nicho diferente: Luna Libros, en la poesía; Robot, en el cómic; Laguna, en la historia, y así sucesivamente. Se complementan para que su oferta sea fuerte y contundente, y así han confirmado que la unión hace la fuerza, pues ahora están en boca de todos. 
Sobrevivir
Aunque las independientes van por buen camino, en este momento solo tienen el 2,5 por ciento del mercado, según Enrique González, presidente de la Cámara Colombiana del Libro. Los seis mil ejemplares de Memorias por correspondencia no compiten con los 120.000 libros vendidos de ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?, de Planeta, la publicación colombiana más exitosa de 2012.
No obstante, quienes trabajan en el medio aseguran que la comparación entre las grandes casas editoriales y las independientes no debería plantearse, pues la estructura de cada negocio es diferente, así como su clientela y sus intereses a largo plazo. “Si nosotros imprimimos mil ejemplares y los vendemos todos, podemos ganar entre el 10% y el 20% –calcula Catalina González, de Luna Libros–. Para nosotros eso es suficiente, porque podemos reinvertir y sacar nuevas publicaciones”.
No buscan competir, pues ya tienen un público fiel que siempre vuelve. “Hay lectores, entre los veinte y los cuarenta años, que necesitaban nuestros libros–explica Escobar–, y unos más adultos que los compran para acercar a sus nietos a la lectura”.
Ahora incluso los buscan los escritores que eran publicados por multinacionales. Evelio Rosero, Darío Jaramillo Agudelo, Ricardo Silva, Andrés Burgos, Juan Carlos Garay y Fernando Gómez Echeverry han probado las mieles de la independencia y han entendido que cada libro se ajusta a una editorial diferente.
Se han ganado la confianza de lectores, escritores y colegas, y eso les ha permitido sobrevivir, ser fieles a sí mismas e ir consolidando un catálogo vivo que esperan que se siga vendiendo de generación en generación. “Tienen el potencial para ser, juntas, más grandes que Norma”, pronostica Enrique González.

Booktrailer de El libro de los ojos /Tragaluz editores.
Este será uno de los libros de los independientes que se lanzará en la Feria del Libro. Escrito por Ricardo Silva e ilustrado por Daniel Gómez Henao, El libro de los ojos, cuenta la historia de Los Cruz, una familia de oculistas que ha buscado por doscientos años la fórmula de los lentes para verse en el espejo sin sentir miedo, sin sentir culpa, sin sentirse feos.


  INFORMACIÓN TOMADA DE: 
http://www.cromos.com.co/cultura/articulo-146120-editoriales-independientes-seductoras-y-carismaticas

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