Emilio Lledó defiende en México su preocupación por la educación
El filósofo recibe de la Academia Mexicana de la Lengua el Premio de Ensayo Pedro Henríquez Ureña
El filósofo Emilio Lledó
(Sevilla, 1927) llegó por primera vez a México en 1990. “Nunca había
cruzado el océano”, cuenta. Al día siguiente compró un cuaderno y
comenzó a escribir un diario que hasta la fecha continúa. Descubrió la
literatura mexicana de la mano del escritor Carlos Fuentes y su novela La muerte de Artemio Cruz,
y conoció a través del académico Eulalio Ferrer, el Museo del Quijote
en Guanajuato (occidente de México). Veinticuatro años después ha vuelto
para recibir el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña
que le ha entregado este lunes la Academia Mexicana de la Lengua en el
Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana.
La primera edición de este galardón ocurre en el mismo año del 130
aniversario del nacimiento del filósofo y escritor dominicano Pedro
Henríquez Ureña. Emocionado, Lledó reconoció que ha encontrado afinidad
intelectual con la obra del dominicano, principalmente en cuanto a temas
sobre la creación de la cultura y su influencia en la educación. El
filósofo sevillano ha insistido en que ahora más que nunca la sociedad
está “inerme” al carecer de conocimiento y cultura. “Una educación
manipulada pretende deteriorar nuestra mente”. Amante de los griegos,
Lledó se ha referido a Aristóteles para recordar que la verdadera
riqueza la dan la educación y la cultura.“Mucho más importante que
aprender a decir es aprender a pensar”, ha dicho.
Apenas la semana pasada fue galardonado con el Premio Nacional de las Letras
y poco antes con el premio Antonio Sacha de la Asociación de Editores
de Madrid, ambos por su aportación a la literatura a través de la
filosofía. Lledó tiene en su historia una larga lista de reconocimientos
como el Alexander Von Humboldt de Alemania y el Premio Nacional de Literatura por su obra El silencio de la escritura.
Para sumar este premio mexicano a la lista de galardones que este año
han honrado al filósofo sevillano, el director de la Academia Mexicana
de la Lengua, Jaime Labastida, lo ha definido como un “hermenauta” y
“destacado cultivador del género ensayo”. “La obra de Lledó prueba que
se puede hacer filosofía en español con elegancia”, ha comentado
Labastida.
El jurado, integrado por Jaime Labastida, Gonzalo Celorio, Vicente
Quirarte, Roger Bartra y Javier Garciadiego, eligió por unanimidad a
Lledó por “una obra prolija y constante en la que aborda lo mismo temas
de importancia permanente como el lenguaje, la poesía y la educación,
que temas de gran actualidad como el papel del libro y de los medios de
comunicación en la sociedad contemporánea”. La Academia Mexicana de la
Lengua ha destacado el paso de Lledó como docente por la Universidad de
Heidelberg y su riguroso uso del lenguaje en obras como Memoria de la ética, Filosofía y lenguaje, Elogio de la infelicidad, y Los libros y la libertad.
Tomado de: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/25/actualidad/1416907629_973456.html
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